A lo largo de la historia del diseño y el interiorismo, los baños han ocupado un lugar importantísimo en las viviendas. En la antigua Roma, estos espacios no eran sólo cuartos de aseo, sino verdaderos centros de reunión para políticos y filósofos.




Actualmente el cuarto de baño ha dejado de ser una estancia estrictamente funcional, limitada a la rutina de higiene, para convertirse en un recinto de intimidad y belleza, apto para la comodidad.


Los materiales empleados al construir y decorar los baños se han diversificado: mientras en el pasado cercano los decoradores empleaban sólo azulejos y mármoles, en la actualidad es frecuente el uso de materiales como el acero inoxidable, el concreto, el acrílico y el cristal.


Aunque las tendencias son muy diversas, podemos distinguir dos vertientes en el diseño y la decoración de estos importantes espacios. Por un lado tenemos los baños minimalistas, en colores neutros, materiales lisos, líneas simples y espacios despejados: si este estilo de diseño se conjuga con el uso de tonalidades frías (malva, lavanda, blanco), es posible crear un efecto de descanso y relajación.


Una segunda tendencia se inclina por los baños de corte más bien étnico con materiales como la madera, el mimbre y el marfil. En esta vertiente es más común que se elijan colores del espectro cálido (marrón, naranja, amarillo) y su efecto es energético.


En ambos casos es importante considerar el uso armónico de materiales y, sobre todo, asegurar una correcta iluminación, pues un espacio oscuro impediría realizar con comodidad nuestras diarias rutinas de higiene y belleza.


Tú eliges la tendencia que refleje mejor tu personalidad, la que se adapte a tu concepto particular de confort para ese lugar tan íntimo.













 
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